La tasa de interés es la cantidad que se abona en una unidad de tiempo por cada unidad de capital invertido. Se deduce fácilmente que los dos elementos fundamentales en la definición son: la unidad de capital y la unidad de tiempo.
A continuación Trataremos de explicar ambos elementos para dejar en claro el concepto de Interés.
La unidad de moneda
La definición señala que la tasa de interés es el rendimiento de la unidad de moneda, pero hay que aclarar que la tasa de interés expresa ese rendimiento en la misma moneda con que se indica el capital. Así, por ejemplo, si la unidad de moneda es un dólar, la tasa de interés es el interés de un dólar, expresado también en esa moneda.
En la práctica de las operaciones financieras y bancarias es costumbre mencionar como tasa de interés el rendimiento de 100 unidades de capital; es decir, se menciona como tasa de interés un “por ciento” y no un “por uno”. Según la definición que estamos analizando, no es correcto decir que “una operación se efectúa a una tasa de interés del 76%”, porque 76 se refiere a 100 unidades de capital y la tasa de interés corresponde a una unidad (en esta caso la tasa de interés es de 0.76).
No queremos decir con esto que no se deba hablar utilizando la expresión “por ciento”, al contrario, creemos que es muy cómodo y conveniente ya que estamos acostumbrados a manejarnos en esos términos; pero en tal caso debemos decir, por ejemplo, que la operación se realiza al 76% de interés; o que se cobrará un interés del 76% (pero no decir que la tasa de interés es de 76%).
La unidad de tiempo
De las dos unidades que intervienen en la definición de tasa de interés la que origina mayores inconvenientes es la unidad de tiempo. Al respecto nos podemos formular dos preguntas: ¿Cuál es la unidad de tiempo? Y ¿Cómo se determina la unidad de tiempo?
En las operaciones financieras se establece que los intereses se pagarán, o se sumarán al capital al final de ciertos periodos de tiempo. El periodo al final del cual se deben pagar, y/o capitalizar, los intereses, es la unidad de tiempo a la cual se refiere la definición de la tasa de interés. En consecuencia, cuando los intereses deben pagarse (o capitalizarse) mensualmente la unidad de tiempo es el mes y la tasa de interés es mensual.
Una costumbre muy singular en nuestro medio es la de fijar la tasa de interés anual y luego realizar las operaciones cobrando los intereses en periodos menores al año, generalmente en meses. Si las capitalizaciones, o los pagos, son mensuales, la tasa de interés es mensual, siendo conveniente fijar la tasa de interés en termino de meses, y no de año, porque crea serios problemas.
• Si en lugar de cobrar los intereses mensualmente, se capitalizan al final de cada mes, el capital crece a medida que pasan los meses y produce, por este motivo, más intereses cada mes, según se puede observar en la siguiente tabla:
Por último, debemos señalar que para que los intereses sean producidos, pagados o capitalizados, es necesario que el tiempo haya transcurrido. La idea de “intereses anticipados” no es financiera, se trata de una ficción según la cual se da en préstamo menos capital del que se contrata, modificando la tasa de interés (aumentándola).